Conseguir que tu despacho de abogados sea visible en Internet repercute muy positivamente en las cifras de tu negocio. Pero, inevitablemente, conseguirlo conlleva el acompañamiento de costes.
Llamar la atención de nuevos clientes y lograr que te conozcan no solo depende de tener una web bonita y bien diseñada (que también es clave), sino que hay que trabajar otros muchos aspectos. Entre todos ellos, hoy vamos a hablar de SEO y SEM.
¿Qué es el SEO?
SEO (Search Engine Optimization) hace referencia al proceso de optimización que se lleva a cabo sobre un sitio web para mejorar su visibilidad orgánica en los buscadores. Especialmente en Google, por ser el más usado en nuestro país.
Pero ¿qué entendemos por ‘visibilidad orgánica’? Es la que se consigue sin pagar a Google, sin publicidad, sino trabajando los criterios que el buscador más valora para elegir qué muestra tras cada búsqueda:
- La relevancia: importa la precisión con la que los resultados se corresponden con lo que Google entiende que el usuario está buscando, con su duda o pregunta. Aquí entran en juego, entre otras cuestiones, el uso de las palabras clave.
- La autoridad: es decir, la popularidad que una determinada web tiene en la Red. Hablamos de trabajar técnicas como el linkbuilding.
¿Qué es el SEM?
Por su parte, con SEM (Search Engine Marketing) nos referimos al conjunto de técnicas destinadas a mejorar el posicionamiento de un sitio a través de los anuncios pagados. Es lo que se conoce más popularmente como los anuncios de Google o Google Ads.
También tienen un papel importante en SEM las palabras clave, pero varían con respecto al SEO los siguientes aspectos:
- La apariencia: los anuncios de Google tienen un lugar privilegiado en las búsquedas y están marcados con la etiqueta ‘Anuncio’.
- Los resultados: mientras el SEO ofrece resultados a largo plazo, los efectos del SEM se pueden empezar a notar antes.
- El coste: no es que hacer SEO no cueste dinero, más bien ocurre que los resultados pueden seguir vigentes tiempo después de haber realizado la inversión. En cambio, en SEM, si no pagas no ganas.
SEO o SEM, ¿qué es mejor?
Muchos se hacen esta misma pregunta, porque se piensa que son dos estrategias independientes. No obstante, tenemos que decirte que los mayores beneficios se obtienen al combinar de manera inteligente ambas técnicas.
Es cierto que hay determinados momentos en los que te puede interesar más invertir en SEM que en SEO. Por ejemplo, si acabas de poner en marcha un nuevo servicio en tu bufete y quieres empezar a promocionarlo. Pero, en la inmensa mayoría de los casos, te recomendamos apostar por ambas técnicas para incrementar tu visibilidad en Internet y, por tanto, conseguir más clientes.
La fórmula del éxito
Ya te hemos adelantado lo que SEO y SEM tienen en común: las palabras clave. Una vez que tienes hecho el estudio de las que mejor te funcionan, son igualmente aprovechables en un caso y en otro. Lo hacemos de la siguiente manera:
- SEO: creando periódicamente contenidos útiles y de interés para tu audiencia, que contengan los términos de búsqueda que más te interesan.
- SEM: usando esos mismos términos para crear anuncios directos e impactantes.
¿El resultado? Dos estrategias que se unen para ayudarte a crecer y a destacar frente a tu competencia.