Desde el año 2017, el uso de los dispositivos móviles en el mundo supera al de los ordenadores. Nuestros teléfonos se han convertido en nuestra principal vía de acceso a Internet. Por mucho que sigamos utilizando los ordenadores, las horas que pasamos conectados con nuestros smartphones son todavía más.
De hecho, algunos estudios apuntan a que el 90 % de los usuarios cambia de dispositivo según esté trabajando o no. En otras palabras: en el trabajo se usa el ordenador, pero en el tiempo libre, para buscar información y consultar las redes sociales, gana el teléfono móvil.
Además, se ha demostrado que la tasa de conversión (el porcentaje de usuarios que acaban realizando una determinada acción en una web tras visitarla) en smartphones es sensiblemente superior a la cifra que se obtiene con las compras desde ordenador. Concretamente, la diferencia es de un 64 %. ¿Sorprendente? En realidad, no tanto. Llevamos años observando cómo se gesta este cambio de comportamiento, por eso las empresas han tomado las medidas oportunas para adaptarse, también dentro del sector legal.
¿Qué es un sitio web responsive?
En consonancia con el imparable crecimiento del uso de los móviles entre los usuarios, desde hace algunos años los negocios con presencia online han aprendido que sus sitios web deben adaptarse al formato de los smartphones. Es decir, han de estar diseñados de tal forma que se ajusten a la pantalla del dispositivo que el usuario está utilizando en cada momento, para ofrecer siempre una buena visualización del contenido.
Frente a las páginas con un ancho fijo, los sitios web responsive recolocan y redimensionan automáticamente los elementos de la página para que estos se acoplen a las medidas del dispositivo empleado. Todo esto, con el objetivo de que la experiencia de usuario sea la misma, independientemente del medio con el que se acceda.
Detrás del diseño responsive hay un arduo trabajo, por parte sobre todo de informáticos y diseñadores web. Convertir una web estática en responsive no es tarea de un día, pero, sin duda, el esfuerzo merece la pena.
Los beneficios de ser responsive
Debería bastar para convencerte de la necesidad de pasarte al diseño responsive el hecho de que son ya muy pocas las webs que no lo usan. Pero, si necesitas más argumentos, aquí los tienes:
- Optimiza la experiencia de usuario.
- Reduce los tiempos de carga en móviles.
- Disminuye el porcentaje de rebote (abandonos de la web).
- Impulsa la viralidad de los contenidos, al poderlos compartir más fácilmente.
- Favorece el posicionamiento SEO, ya que Google premia a las marcas responsive.
Aparte, optando por un diseño web responsive en vez de crear distintas versiones de una web para cada dispositivo se ahorran costes de mantenimiento y se evita el contenido duplicado.
¡Son todo ventajas!
Un entorno muy cambiante: del diseño responsive al Mobile First
Hoy, los usuarios (y, por tanto, también Google) priorizan el uso del móvil. Esto no era así hace unos años, pero en este sector las cosas cambian a velocidad de vértigo.
Antes, se diseñaban webs en versión escritorio para luego adaptarlas a otros dispositivos. Ahora, en cambio, se crean desde el principio los contenidos pensando que van a ser consultados y consumidos desde un móvil. Es lo que se conoce como mentalidad Mobile First, que lógicamente tiene su equivalente en el mundo del diseño.
Y tú, ¿qué nos dices? ¿Estás ya a la última en Internet o sigues anclado en el pasado?